O R E M O
S U N I D O S
Te hacemos un llamado a la Oracion.
Todos los dias, a una
misma hora, hacemos una cadena de oracion por unos minutos. Elevamos a una misma
hora, una plegaria o emitimos un pensamiento positivo. Tambien decretamos Paz
Amor Luz en todos los corazones. La hora de encuentro amoroso es a las 9:00pm
(Tu hora local) y todos los dias. Desde cualquier lugar que estes, ven al
silencio en Tu corazon y ora con nosotros. Oramos por todos los pedidos que son
colocados en el Hospital de Luz.
Tambien enviamos Luz a la Tierra y a la Humanidad.
Te invitamos a visitar
al www.hospitaldeluz.com . El
registro es gratuito. Ingresas a la zona de Pedidos de Oracion y puedes anotar
el tuyo. Te pedimos que leas las solicitudes y eleves Tus oraciones y envies Tu
amor a quienes mas lo necesitan. Esta es una oportunidad para Ti de servir, de
dar y orar por otros. Sabe que asi mismo, estamos orando por Ti.
Al sumar Tu Luz a la cadena de oracion, te conviertes en la Esperanza de muchos que despositan ahi con Fe su pedido de oracion.
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Aunque de vez en cuando enfrente retos, no permito que las situaciones me abrumen. Recuerdo que dondequiera que esté, Dios está y siempre estará.
Un niño que aprende a caminar se caerá de vez en cuando, pero también se parará e intentará de nuevo. El niño se hace más fuerte y estable con cada intento, y a la larga camina sin esfuerzo. Como ese niño, yo tengo una determinación interna. Si tropiezo, aprendo y crezco espiritualmente de cualquier error o mal paso aparente. Tengo la fortaleza interna de recuperarme de cualquier reto. Al saber esto, avanzo durante el día con confianza y flexibilidad. Tengo la resolución interna y la sabiduría para hacer lo que debo hacer.
Manténganse despiertos y firmes en la fe. Tengan mucho valor y firmeza.—1 Corintios 16:13
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Dios siempre está conmigo.
He encontrado encrucijadas en mi camino —momentos en los cuales vencí el temor, cambié mi manera de pensar o encontré reservas internas de valor y fortaleza. Al mirar en retrospectiva, me doy cuenta de que nunca estuve solo; Dios estuvo conmigo como una mano guiadora, una presencia reconfortante y un poder fortalecedor.
Doy gracias por las encrucijadas en mi vida, porque por medio de ellas, he salido más fuerte y sabio. He sido bendecido con nuevas ideas y actitudes, nuevas maneras de ver el mundo a mi alrededor y a las personas en él. ¡Qué bendición es saber que Dios está conmigo en estos momentos y en cada momento de mi vida!
Se han despojado de lo que antes eran y de las cosas que antes hacían, y se han revestido de la nueva naturaleza.—Colosenses 3:9-10
He encontrado encrucijadas en mi camino —momentos en los cuales vencí el temor, cambié mi manera de pensar o encontré reservas internas de valor y fortaleza. Al mirar en retrospectiva, me doy cuenta de que nunca estuve solo; Dios estuvo conmigo como una mano guiadora, una presencia reconfortante y un poder fortalecedor.
Doy gracias por las encrucijadas en mi vida, porque por medio de ellas, he salido más fuerte y sabio. He sido bendecido con nuevas ideas y actitudes, nuevas maneras de ver el mundo a mi alrededor y a las personas en él. ¡Qué bendición es saber que Dios está conmigo en estos momentos y en cada momento de mi vida!
Se han despojado de lo que antes eran y de las cosas que antes hacían, y se han revestido de la nueva naturaleza.—Colosenses 3:9-10
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La energía divina me revitaliza.
Cuando me siento atrapado en una relación personal difícil o preocupado por una enfermedad, mi bienestar puede parecer un sueño distante. Mas al dejar ir mi apego, siento que mi conciencia comienza a cambiar. La centro en el amor divino y recuerdo que fui creado a la imagen y semejanza de Dios. Como Su expresión amada, no doy poder a la enfermedad o al desasosiego.
Dejo ir cualquier barrera que pueda impedir que la energía dadora de vida fluya hacia mí y en mi cuerpo y mis relaciones personales. Estoy receptivo a la presencia sanadora de Dios, y tengo fe. Siento Su amor irradiando en mí, revitalizando mi cuerpo y mi vida con salud y armonía. Veo una transformación en cuerpo y alma.
Toda la gente procuraba tocarlo, porque poder salía de él y sanaba a todos.—Lucas 6:19
Doy con gozo y deleite.
Las oportunidades para dar abundan. Avivo mi gozo cada vez que aprovecho cada una de ellas. Dar de mi tiempo, mi talento o mis posesiones no es una carga. No doy por obligación. Doy con amor. Doy con gozo y deleite, sencillamente porque deseo contribuir. ¿Qué daré hoy?
Quizás dé ánimo a un amigo, lleve algo para merendar con mis compañeros de trabajo, sirva de voluntario, done aquello que ya no uso y que está en buen estado a una organización caritativa o apoye a una centro espiritual. Al contar mis bendiciones al final del día, sonrío cuando recuerdo cómo fui un canal del bien de Dios hoy. Mi corazón se llena de gozo al dar.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.—2 Corintios 9:7
http://unity.unityenlinea.org
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